Una firma... con solera

Si queremos que cambien algunas cosas... tenemos que protestar.
Y si sentimos que algunos derechos fundamentales de las personas se están violando... no tenemos que cansarnos de protestar.
Y si queremos que nuestra protesta, nuestro pequeño granito de arena, haga montaña... tenemos que confiar en quienes hacen presión política, en las organizaciones que no se cansan de pedir aun a riesgo de que les llamen pesadas.
El otro día, en Zaragoza, en una proyección de cortometrajes sobre el Agua, un señor quiso que su firma se sumara a las que nos servirán para presionar al gobierno para pedir que se tome en serio el problema del acceso al agua en los países más pobres.
Ese señor nos dejó su firma y nos dejó emocionados.
Había nacido en 1905 y ahí estaba, protestando, confiando en las ONGs, aportando su pequeño grano de arena para cambiar las cosas.
Merece la pena seguir soñando con ese mundo diferente y más justo.

José Miguel Capapé