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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Las 5 amenazas climáticas de Bolivia



Los bolivianos luchan para adaptarse sin financiación.

Bolivia está siendo golpeada en cinco frentes por el cambio climático, según se desprende de un nuevo informe publicado hoy por Oxfam Internacional, Intermón Oxfam en Espana. El informe subraya lo que está en juego en las negociaciones sobre cambio climático de la ONU en Barcelona y en la Cumbre EEUU- UE que se celebra hoy en Washington.

El informe, Cambio Climático, Adaptación y Pobreza en Bolivia, muestra cómo el deshielo de los glaciares, los desastres naturales, las enfermedades, los incendios forestales y los patrones del clima erráticos podrían devastar un país que tiene poca responsabilidad de la crisis climática. En el 2000 Bolivia fue responsable del 0.35% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, comparado con el 16% de los EEUU y el 12% de la UE.

También muestra cómo las comunidades bolivianas están luchando para adaptarse al clima cambiante a pesar de no contar con apoyo financiero internacional. Por ejemplo, comunidades pobres en Beni están recuperando una práctica ancestral de terrenos de cultivo elevados, llamados camellones, para proteger sus cultivos de las inundaciones. Los países ricos tienen todavía que comprometerse con unos 50.000 millones de dólares de dinero extra al año, que es lo que necesitan los países pobres para desarrollar proyectos como éste.

Las cinco amenazas climáticas para Bolivia son:

Deshielo de los glaciares Los glaciares en la Cordillera Real han perdido más del 40% de su volumen entre 1975 y 2006. El deshielo de los glaciares amenaza el suministro de agua para miles de campesinos pobres de los Andes, así como el agua y la electricidad para grandes ciudades como La Paz y El Alto. Aproximadamente el 40% de la electricidad en Bolivia procede de hidroeléctricas.

Desastres naturales: Por primera vez, en 2007 Bolivia entró en la lista de los 10 países en el mundo más afectados por desastres. Entre el 2006 y 2008 las inundaciones, los desbordamientos de los ríos, los deslizamientos de tierra, el granizo y las heladas afectaron a más de 618.000 personas y costaron al gobierno boliviano entre el 3 y el 4% de su PIB anual.

Expansión de enfermedades: En abril de 2009 las autoridades médicas de Santa Cruz informaron de más de 55.000 casos sospechosos de fiebre del dengue y 25 muertes. Se considera que las temperaturas más altas han permitido que el mosquito que transmite la enfermedad llegue a mayores altitudes.

Incendios forestales: Se calcula que en los bosques bolivianos están almacenadas hasta 10 gigatoneladas de carbono. Sin embargo, los períodos de sequía más prolongados probablemente lleven a un aumento de los incendios y a la destrucción de los bosques. En octubre de 2005, la región de Beni sufrió su peor sequía en 40 años. La sequía, que estaba relacionada con el aumento de la temperatura de la superficie del mar en el Atlántico Norte, desencadenó incendios enormes que destrozaron unas 500.000 hectáreas de bosques y pastos.

Tiempo errático: Los campesinos pobres ya están luchando para hacer frente a las lluvias erráticas, que provocan a los campesinos inseguridad sobre cuándo cultivar sus campos y que sufren plagas de insectos provocadas por temperaturas anormalmente altas. Las cosechas que se pierden año tras año significan que más y más gente simplemente no tiene suficiente para comer.

Oxfam Internacional hace un llamamiento a los países ricos para que reconozcan sus responsabilidades: que reduzcan sus emisiones al menos en un 40% antes de 2020 respecto a los niveles de 1990 y proporcionen al menos 150.000 millones de dólares en dinero adicional al comprometido para cooperación al desarrollo, para ayudar a los países pobres como Bolivia a reducir sus emisiones y a adaptarse al clima cambiante.

“La gente pobre en Bolivia no puede permitirse el lujo de que nuestros líderes políticos se queden tan satisfechos consigo mismos”, ha afirmado portavoz de Intermón Oxfam para cambio climático, José A. Hernández de Toro. “Es escandaloso que los países más ricos y contaminantes del mundo se resistan a hacer lo que es necesario -y que está a su alcance- para abordar la crisis climática.”

“El presidente Obama y los líderes europeos que se encuentran en Washington necesitan hacerse cargo de esta responsabilidad. Esto significa poner dinero nuevo, extra, sobre la mesa ahora – y no dejar que estos asuntos que son muy importantes los resuelvan funcionarios con cara de sueño en la última madrugada de las negociaciones de Copenhague”, ha concluido Hernández de Toro.

Lee el resumen del informe

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Este blog está escrito y actualizado por el equipo de movilización social de la Sede de Zaragoza de Intermón Oxfam. Los textos y comentarios que aparecen aquí son el resultado de diversas actividades que realizamos para denunciar, movilizar y educar a la sociedad para que tome conciencia, actúe responsablemente y haga presión por un mundo mucho más justo.