Un clima de vergüenza

Los líderes de las principales potencias mundiales negociaron en Copenhague en función de sus intereses nacionales, en lugar de proteger nuestro destino común. En las horas finales, redactaron un texto que carece de lo que se necesita para salvar vidas, y ahora se tiene poco más que un acuerdo para seguir reuniéndose. Este punto muerto ha dejado al mundo abocado a un calentamiento global de 4ºC. Una perspectiva catastrófica, muy especialmente para las personas más pobres del mundo.

Las negociaciones sobre el clima de la ONU deben ser rescatadas de las ruinas de Copenhague reformando en profundidad su formato, de manera que se pueda alcanzar un acuerdo en 2010 y que el caos del que fue testigo Copenhague nunca se repita, dijo hoy Intermón Oxfam, miembro Oxfam Internacional.

En su nuevo informe Un Clima de Vergüenza: volved a la mesa, lanzado hoy, la ONG revisa los resultados de la reciente conferencia sobre el clima, las deficiencias y las oportunidades perdidas que perjudicarán a las personas más pobres del mundo que ya sufren los efectos del cambio climático.

Demasiado quedaba por resolver en Copenhague, pero, de momento, sólo están previstas dos reuniones intersesionales sobre cambio climático antes de reanudar las conversaciones de la ONU en México, en el mes de noviembre. Para entonces, se estima que 150.000 personas hayan muerto y que haya 1 millón de desplazados como consecuencia del cambio climático.

El portavoz para cambio climático de Intermón Oxfam, José A. Hernández de Toro, dijo:
"El Acuerdo de Copenhague es una gran decepción, pero también revela cómo el enfoque tradicional de las negociaciones internacionales, basado en políticas arriesgadas y la defensa del interés nacional, es, además de inadecuado para la decidir nuestro destino común, extraordinariamente peligroso”.

"Hay demasiado en juego para este enfoque de política a la vieja usanza. Debemos actuar rápidamente para hacer frente a las deficiencias de estas negociaciones para que podamos recuperar el tiempo perdido y trabajar para contrarrestar el cambio climático con la firmeza y la urgencia necesaria. Esto no puede suceder otra vez ".

El informe insta a los líderes mundiales a involucrarse más para superar el estancamiento y revitalizar las negociaciones entre los delegados. Se necesitan más reuniones ministeriales que se celebren entre hoy y la cumbre de México en noviembre, junto con un esquema de lo que debe ser acordado en cada una de ellas, y con los ministros preparados para participar en ellas hasta alcanzar un acuerdo. La investigación científica sobre el clima debe actualizarse para que el acuerdo sea eficaz para frenar el cambio climático. Además, las negociaciones deben desarrollarse en un "lugar estable" - como las negociaciones comerciales en tienen Ginebra - a fin de no perturbar su progreso. Los países menos adelantados, mientras tanto, deberían recibir más apoyo para asegurar que las negociaciones traerán un acuerdo que sea aceptable para todos.

Intermón Oxfam dijo que con las lagunas existentes y la falta de sustancia en el acuerdo, nos arriesgamos a que las emisiones de los países ricos sean mayores en 2020 que en 1990, poniendo al mundo en el camino para un aumento de temperatura catastrófico de casi 4°C en comparación con los 2ºC requeridos. El Acuerdo no incluye los objetivos de reducción de emisiones necesarios para mantener el aumento de temperatura por debajo de 2ºC.

Una preocupación adicional es que no se han dado garantías para que la cifra propuesta de 100.000 millones de dólares que los países ricos destinarían anualmente a los países pobres para que se adapten al cambio climático no saldrá de los compromisos de ayuda existentes. Además, Intermón Oxfam afirma que esta cantidad es sólo la mitad de lo que se requiere y que podría ser una promesa fácil de romper, a menos que provenga de fuentes públicas, que es lo que garantizaría que el dinero llegase a las personas que más lo necesitan, en los lugares correctos y en el momento adecuado . Este no se podría garantizar si el dinero proveniese de fuentes privadas. El compromiso de que la continuación de las conversaciones conduzcan a un acuerdo jurídicamente vinculante también está ausente.

El arzobispo Desmond Tutu, Embajador Global de Oxfam Internacional, que asistió a las conversaciones y se reunió con muchos de los encargados de tomar decisiones clave en Copenhague, dijo: "El fracaso del proceso político en Copenhague para lograr un acuerdo justo, adecuado y vinculante sobre el cambio climático es profundamente inquietante. Un propósito más elevado estaba en juego, pero nuestros dirigentes políticos han demostrado ser incapaces de superar el reto. Debemos mirar hacia el futuro. Nuestros líderes deben reagruparse y aprender la lección por el bien de la humanidad. "